Archivo | enero, 2014

Un pedacito de blogoesfera se va apagando… ¿o no?

31 Ene

No se que pasa en la blogoesfera, últimamente se va apagando. Hoy estamos también un poco de luto, nuestra querida Terapeuta Temprana ha colgado el letrero de cerrado de momento. No ha dicho que sea definitivo, pero sí que es cierto que durante bastante tiempo su voz tan sólo pertenecerá a sus niños, a sus compañeras, a sus familiares y como no, a su medio limón.
Unas cuantas veces he contado que abrí este blog porque unas cuantas blogueras me animaron y me dijeron que con lo que a veces largaba en algún comentario debería aprovecharlo para hacer un post y montar mi propio terruñito internáutico. Reconozco que empecé muy ilusionada y muy animada y creo que he intentado sacar temas que me interesan y que espero interesasen a los demás. También es cierto que este blog ha servido para que la abu esté un poco más al día con algunas cosas que hace nuestro Tsunami y desde este punto de vista este blog ha cumplido con el cometido por el que fue creado, disfrutar, compartir y contar cosas a la abu.
Es cierto que uno no se mete en el embolado de montar todo un blog y currarse unas entradas, en mi caso reconozco que larguísimas muchas veces, si no es para disfrutar, para interactuar y para aportar y que te aporten algo. Pero últimamente, desde hace medio año más o menos, muchos de los blogs que seguía o que me seguían han ido enmudeciendo o han bajado la persiana de la paradita. No creo que todos por las mismas razones, pero sí que se ha dado esta circunstancia.
Hay unos poquitos blogs que han bajado mucho sus entradas y los motivos son bien una reciente maternidad como el de Mi mamá me mima; Maternidad halal, o el cierre hace poco de Mi Gremlin no me come. Bien unas circunstancias familiares debido a la crisis tan desgarradora del momento que han condicionado a dejar cosas más superfluas para una mejor ocasión o para ocasiones más esporádicas. Es el caso de mi añorada Cintia y sus Tres Trillis Tigres, que de tanto en tanto deja caer alguna entradita y espero que este cambio con el nuevo trabajo de su marido les dé el empujón que necesitaban y empiecen a ir las cosas mejor. Se que Cintia y su marido son unos luchadores natos, su fe es un gran apoyo y se lo están currando con todo su ser y empezar a recibir buenas noticias sería una alegría y se lo merecen. Otro luchador, que ha tenido a esta bloguera en vilo en su intento de establecerse en Dinamarca para buscar allí un futuro mejor está intentando reflotar a su familia es el Diario de un padre estresado. Espero que el restaurante les funcione bien… aunque se que no es el mejor momento del mundo para abrir un restaurante, pero ellos saben que mientras la familia esté contigo, no hemos de perder la esperanza nunca.
También ha habido algunos blogs que han cerrado misteriosamente, que anunciaron de la noche a la mañana que eso sería temporal, pero que desde hace casi medio año no sabemos nada de ella. Me refiero a nuestra querida Maribel y a los consejos que nos daba mientras B aprende en casa. Dijo que desconectaría por una temporada y que habría cambios y no he vuelto ha saber nada más de ella desde mediados de agosto. Espero que un día de estos cuando entre a la lista de blogs que han publicado entradas me de una sorpresa y vuelva a ver su nombre. Porque aunque ella sabe que siempre la recordaré al mirar la luna, se echa mucho de menos su presencia en sus entradas y las aportaciones en los comentarios que te dejaba.
Hace poco también nos abandonó otra estupenda bloguera. Nos dejó a todos helados. De todas las que nos han dejado esta es la que más siento su partida, sobre todo por las circunstancias por las que cerró. Netzi se fue en un suspiro, nos dejó a todas en vilo, con el corazón compungido y desde principios de enero no sabemos nada de ella. Varios blogs le dedicaron una entrada a su pequeña Calvita, pero nadie sabe nada. Nos dejó con la noticia de su nacimiento y una línea después nos decía que la peque estaba grave, muy grave y que había que operarla y que cerraba el blog. Creo que todas nos quedamos estupefactas y creo también que todas hemos rezado por la recuperación de esta pequeña, de su calvita, de su princesa guerrera como la denominó la Alpaca. Desearía también encontrarme una mañana alguna noticia de nuestra querida Netzi, de la bloguera que nos escribía desde el frio y que dejó a la blogoesfera muda y fría con su partida. Mucha suerte a ti Netzi, a Mario y sobre todo a tu calvita. Sigo entrando con la esperanza de que algún día vuelvas para comunicarnos que todo ha sido un enorme susto. Te echo de menos.
Y hoy me encuentro con que nuestra Raquel también nos deja de momento. Tengo que confesar que me lo estaba temiendo. Había una vocecita que me decía que algo pasaba por allí. Hacía una temporadita que sus entradas se esparcían más, que veías que tenía poco tiempo. Hacía una temporada que casi no entraba a comentar en los blogs y hacía una temporada que me iba temiendo este cierre. Espero que en este caso los motivos sean solo por falta de tiempo. Por no poder dedicar al blog el tiempo que se necesita y que cuando todo ello haya pasado vuelva de nuevo con nosotros. Te echaré también de menos guapa, a ti y a la receta de tortilla con boina que tu medio limón aún me debe. Espero que pronto encuentre esa fórmula y ánimo para seguir con ello.
Hacer un blog no es fácil, muchos de los que entráis tenéis alguno y lo sabéis. Pero últimamente siento como si ese mundo por el que me animé a entrar estuviera desapareciendo y me entristece. Hace un tiempo que muy poca gente comenta en las entradas y en ocasiones te preguntas si alguien entra de verdad. Luego al ver mis modestas estadísticas te das cuenta que tienes más o menos las mismas entradas que siempre. Este nunca ha sido un blog de lo más concurrido, pero al menos te animaba a seguir comunicándote con el mundo. Hay muchas entradas de las que me siento muy orgullosa y curiosamente algunas de ellas no han sido ni las más comentadas ni las más consultadas. Curiosamente la entrada más consultada de todo este blog es una entradita que hice a principios del año pasado de una forma un poco improvisada sobre una comparación de dos detergentes y que cada día un porrón de gente entra en ella. En ocasiones he llegado a odiar esa entrada y muchas veces he estado incluso tentada a quitarla. Creo que deazulaverde es algo más que una entrada de detergentes. La he mantenido porque he pensado que posiblemente quienes la consultaran pudieran a través de ella entrar en otras cosas más interesantes, en otros temas que pudieran ayudar más, que pudieran dar que pensar y aprender. Pero está visto que el lavar la ropa es un tema que preocupa mucho. Las siguientes entradas más exitosas después de esto son las relacionadas con las recetas de cocina y las de los disfraces de los peques…. Uno a veces no sabe muy bien que pensar de ello… tal vez bastaría hablar de cocina, ropa y disfraces, pero eso no sería mi blog.
Pese a todo tengo que reconocer que también he tenido pequeños premios y no me estoy refiriendo a los que están situados en el lado derecho de la pantalla, aunque estos también gustan, salvo por lo de tener que pasarlo a tropecientos mil blogs más. Me estoy refiriendo a unas cuantas personas que me escribieron o me comentaron que tenían problemas con sus pequeños o con el pequeño de alguien conocido y que les pude aportar una pequeña ayudita con la experiencia que he tenido con Terremoto. Hace tiempo que no sé nada de ellos y espero que sus angelitos hayan conseguido ser bien encauzados y los miedos del principio se vayan regulando. El saber que al menos has podido ayudar a algunos padres que se encontraban tan desorientados como lo estuvimos nosotros, bien vale la pena seguir con el blog.
Hace poco también ocurrió algo que me animó muchísimo, me encontré con una mamá que no suele comentar mucho pero que me confesó que suele entrar mucho a cotorrear. Me encantó eso de hacer una desvirtualización y conocer a Anna en persona. Fue una gran alegría en un momento que tengo de bajón.
Confieso que pese a todo hay veces que me siento un poco desanimada y me he encontrado con que incluso yo misma últimamente he relajado un poco el ritmo de entradas. Tengo algunas preparadas pero no me animo a publicarlas, no es su momento. También tengo otros temas que quiero tratar, pero no me encuentro en condiciones para hacerlo ahora. También hay momentos que no se ni que comentar… en ocasiones me siento un poco perdida… Aunque no os asustéis, de momento este blog aguanta, poquito a poco pero aguanta. La abu seguirá teniendo noticias de su Tsunami y yo seguiré regalándoos estos testamentos de entradas. Supongo que el ver esto tan vacío, que muchas de las amigas virtuales, porque aunque nunca las haya visto, en mi interior las consideraba más amigas que conocidas, han desaparecido y hace también que eso me afecte. Supongo también que estos días no estamos teniendo buenos tiempos en casa y eso también ayuda y que en general este invierno está siendo más triste de lo que esperaba, aunque fuera luzca un sol radiante. Me gustaría saber que es lo que está pasando, que últimamente un pedacito de la blogoesfera se va apagando.

PD: Antes de publicar el post me he vuelto a pasar por el blog de Netzi y he encontrado una pequeña estrella que brilla. Netzi ha entrado un momento, su pequeña sigue luchando. Este pequeño comentario me ha alegrado todo el día.Al fin una buena noticia. Netzi y Mario lo están pasando mal, pero la Princesa Guerrera sigue luchando por salir adelante. Tal vez la blogoesfera no se esté apagando del todo y dentro de poco tengamos más buenas noticias de todos los blogs ausentes. Espero que el sol brille pronto para todos.
Netzi guapa, hoy la foto será para tu pequeña, la hice una noche este verano, le dejo la constelación de la osa mayor, para que la estrella polar la guie hacia el norte, hacia su casa, su hogar con sus padres hacia la mayor felicidad del mundo que es formar una familia y crecer juntos, en lo bueno y en lo malo, pero esperemos que pronto llegue lo bueno. Un beso Princesa Guerrera. Un beso muy grande papás.

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Cocina mallorquina: Coca de patata, vuelve el Ingrediente secreto de Ira para enero 2014.

26 Ene

En Mallorca hay Universidad, la llamada UIB (Universitat de les Illes Balears). Está situada en las afueras de la ciudad, en pleno campo, en la carretera de Valldemosa. Cuando yo iba a la Universidad tan sólo había tres edificios, el de letras, el de ciencias y el de biología. Hoy en día hay muchos más e incluso ya llega el metro allí, pero sigue teniendo el mismo bucolismo con los campos que la rodean y la impresionante Serra de Tramuntana de fondo. En el norte de Mallorca hay una gran sierra, un lugar precioso que fue declarado Patrimonio de la Humanidad. Desgraciadamente este verano alguien cometió la inconsciencia de dejar unas brasas encendidas dentro de una carretilla de obra y otra persona que debería haber sido supervisada, vertió esas brasas aún encendidas muy cerca del bosque. Tuvimos uno de los peores incendios que se recuerdan en nuestra isla, sobre todo por dos motivos. El fuego fue rápido y se dio parte de él de inmediato, pero se había cerrado el puesto de bomberos de dicho municipio y los efectivos contra incendios de toda la isla habían sufrido un gran recorte presupuestario y de personal… hay ciertas cosas de las que no se debería prescindir ni recortar, y la seguridad es una de ellas. Ahora todos los mallorquines podemos verlo en nuestra sierra y sentirlo en nuestro corazón durante muchos años que tardará en recuperarse.

Pero en la época de la que os hablo todo esto no había ocurrido. Éramos jóvenes y nuestro mayor problema eran los estudios. Formábamos un extraño grupo pero nos llevábamos muy bien. Las clases ocupaban la mayor parte de nuestro tiempo, pero en ocasiones cuando alguna clase que se diera a última hora era anulada, solíamos coger los coches, enfilábamos la carretera hacia el lado de la sierra y subirnos a Valldemossa, un pueblo a la falda de la montaña,  para dar un paseo y de paso degustar uno de sus dulces que más fama tienen. Si hacía frio tomábamos una coca de patata con chocolate. Si hacía calor una coca de patata con un helado de almendra artesano.  Se trata de unos bollitos individuales de más o menos unos diez o quince centímetros, que no son demasiado dulces, sólo en su punto y que bien pueden tomarse solas como de acompañamiento para mojar. Las cocas de patata de Valldemossa son conocidísimas en toda la isla, aunque no es una coca exclusiva del lugar, las hay en todos los municipios, eso sí, las que se llevan la fama y con razón, son las valldemossinas.  Así que si alguna vez intrépidos viajeros aterrizáis o amarráis en esta isla y buscáis algo más que sol y playa, os invito que entre sus rincones os dejéis caer por Valldemossa, pero no así como lo hacen los turistas en buses y a golpe de reloj, hacedlo con calma, sin prisas, descubriendo sus piedras, su vegetación y los secretos de su Cartuja, pero también reservando unos minutos para degustar sus cocas y un chocolate o un helado, dependiendo del momento del año o del espíritu de cada uno que en ese momento se tenga.

Dejemos que como en la intemporal Valldemossa, el tiempo pase y bastantes años más tarde una compañera de trabajo me comentó que su madre hacía unas cocas de patata muy ricas y no pude menos que pedirle la receta. Me dijo que era un poco laboriosa y así es. No os voy a engañar, normalmente intento poner recetas buenas pero fáciles o relativamente fáciles a la hora de elaborarlas. También intento que haya ingredientes  fáciles de encontrar y no demasiado caros a ser posible. En este caso la receta cumple la segunda parte… la primera… más o menos, según la pericia culinaria y las prisas de cada uno. No es que sea complicada, para nada, sólo que lleva su tiempo y no es cuestión de ponerse a hacerla con el reloj en contra, es más bien de esas recetas que como el tiempo, debe tomarse con calma y dedicarle su momento. Es de esas recetas que mejor dejarla para un día que uno piensa estar tranquilamente en casa y puede dedicarle ratitos y luego ir haciendo otras cosas pero sin prisa, como se cocinaba antaño.

Cuando esta receta cayó en mis manos, hice una y comprendí porque había que dedicarle un tiempo, sin prisas. El resultado fue delicioso. No sé si mejor o igual que las valldemossinas, pero no tenía nada que envidiarles. Un día se me ocurrió hacer una de postre para mis padres. Mi madre que era muy exigente y  le costaba tanto decir que algo era bueno y que en el caso de la repostería, podía presumir de ser la hija de uno de los pasteleros más famosos de Palma en su momento, sucumbió a su sabor. Me pidió que felicitara a la madre de mi compañera por una receta tan buena, cosa que evidentemente hice y que evidentemente agradeció y le alagó. Es más, en dos ocasiones me pidió expresamente que le hiciera de nuevo esa coca de patata tan rica que hacía la madre de mi compañera.

Así que cuando vi que Ira volvía a poner en activo su reto, aunque con unas pequeñas variaciones, no me lo pensé dos veces y tuve muy claro cuál sería mi receta. Ira nos propone esta vez un reto más relajado. Tenemos todo un mes para hacer la receta y publicarla, lo cual se agradece porque hay momentos en los que una no tiene la oportunidad de ponerse con las manos en la masa en el plazo que teníamos antes. Otro cambio son los ingredientes, Ira nos ha dicho que intentará proponer ingredientes más normalitos. Con algunos de ellos tuve problemas para poder participar, ya que o bien no conocía recetas facilonas con ellas o bien no los encontré en ese momento en los centros que suelo comprar. También es cierto que me pilló en mal momento y no pude dedicar mucho tiempo. Espero que ahora con estos plazos más amplios y los ingredientes más accesibles, podamos ir aportando más recetas para este interesante reto. Espero que os animéis con ello. Os dejo con esta coca mallorquina, aunque en nuestro caso os dejo con su formato XXL ya que la receta que me pasaron no usa el formato pequeñito, sino el de molde grande, vamos, el casero, casero y no el de los hornos. Supongo que si se colocan en montoncitos individuales a la hora del último levado se pueden hacer los bollitos. Yo sigo las instrucciones que me pasaron y que dicho sea de paso, me ahorro algo más de trabajo y sólo hay que cortarla y cortarla, y cortarla hasta que se acaba.

Ingredientes:

300 gr. de patatas para hervir, de las blandas.

300 gr. de harina de fuerza

150 gr. de azúcar en polvo o azúcar glaseé.

150 gr. de manteca de cerdo (algunas recetas mallorquinas que llevan manteca las he hecho con mantequilla y se si salen bien. En este caso no lo he intentado, así que no sé cómo quedaría si alguien quiere hacerla con mantequilla para sustituir la manteca).

4 huevos

25 gr. de levadura de cerveza, es decir, de aquella que se vende en cuadraditos (NO la de polvo tipo Royal)

Leche tibia.

Preparación:

Primero hemos de hacer una mezcla que luego añadiremos en un momento de la receta. A esta mezcla la voy a llamar Mezcla A.

Mezcla A : Disolver la levadura dentro de un cuenco con un poco de leche tibia a la que habremos añadido una pequeña cantidad de azúcar en polvo. Dejar que esta mezcla leve.  Yo suelo taparlo con un paño de algodón que uso sólo para estos casos. Por si acaso poned algún plato debajo, porque en ocasiones leva tanto que se sale del cuenco. También me ha pasado que cuando quito del paño se ha bajado, no os asustéis, no tenéis que repetirlo.

La mezcla A tarda un tiempo en levar y ese tiempo también dependerá de la temperatura ambiente de la casa, a más calor más rápido, por eso os digo que esta receta hay que hacerla sin prisas. Mientras la mezcla A leva podéis ir haciendo otras cositas o por ejemplo ir hirviendo las patatas.

Bueno, mientras la levadura hace su trabajo nosotros tendremos los siguientes ingredientes preparados. El único que hay que hacer con un poco de tiempo es hervir las patatas. Para ello las herviremos con la piel. Sabremos que están en su punto porque al pincharlas notaremos que el tenedor, cuchillo o palillo, entra sin ninguna dificultad. Luego dejaremos que se enfríen y las pelaremos estirando la piel con los dedos. Tomaremos los 300 gr. los trituraremos o machacaremos bien con un tenedor y las reservaremos.

Cuando la mezcla A esté en su punto y tengamos las patatas hervidas y machacadas seguiremos con la receta.

Mezclar en un bol grande el azúcar en polvo con las yemas de huevo. Después hay que añadir las claras de huevo, no es necesario que estén a punto de nieve, pero yo las trabajé un poquito para que estuvieran más esponjosas y fuera más sencillo integrarlas.

Cuando esté ligado hay que añadir la manteca un poco tibia. Para ello le di un golpe de calor con el microondas, sólo lo justo para que se ablandara, no es necesario que se derrita. Una vez incorporada la manteca se mezcla un poco más.

Ahora es el momento de añadir a esta masa la mezcla A que habremos hecho anteriormente y seguimos mezclando.

A continuación añadiremos la harina tamizada con un colador y cuando la haya absorbido añadiremos las patatas y lo mezclaremos todo.

Ahora os dejo un poco de libertad a cada una porque vosotros conocéis mejor que nadie vuestros útiles de cocina. Tenéis que tener un molde de tarta de esos altos, la mayoría son moldes de metal que hay que untar las paredes para que no se peguen. Algunos son estos moldes desmontables con las paredes de silicona que no precisan se untados porque no se pegan. Así que obrad dependiendo del tipo de molde que tengáis. Si tuvierais que untarlo lo haríais con un poquitín de manteca.

La mezcla final se vierte en el molde. Os ocupará como la mitad o puede que algo menos, es normal. Ahora viene otro momento de calma porque tenéis que dejar el molde tapado con un paño o bien dentro del horno con este cerrado, porque hay que esperar a que vuelva a levar. La masa doblará su volumen y eso le llevará un poco de tiempo.  Id con cuidado de que no leve demasiado y se desborde por los lados.

Cuando veáis que ha aumentado y tiene la pinta de una coca cruda grandecita y hermosa es cuando toca meterla al horno e ir vigilando. Aquí también os dejo libertad porque cada cual conoce su horno. Horno no muy fuerte, la receta que tengo pone que a 150º durante 30 ó 40 minutos, vigilando bien para que no se queme, ya que es un tipo de pasta que es muy fácil quemar.

Sacarla y dejar reposar y enfriar. Se le puede añadir por encima si se desea un poco de azúcar en polvo esparcido con un colador o bien dejarla tan cual.

La foto que os pongo no es la mejor de todas. Tuve un pequeño problemilla con el horno y no fue culpa del horno, fue mío. Puse la coca dentro cuando tenía visita en casa y no me di cuenta de la advertencia del calor, así que le di demasiada fuerza y se me doró demasiado por encima. Creía que se había hecho y al abrir el horno para pincharla se me desinfló por en medio. Normalmente esta coca no es tan doradita por encima y tiene un copete que ni la mejor de las magdalenas, sin embargo en esta foto no se puede apreciar este detalle. Hay que sacarla del horno cuando el palillo o el pincho salgan limpio, sin pasta pegada. Nuestra coca de este fin de semana no ha tenido la mejor presentación, pero os aseguro que su sabor no ha variado para nada y ha salido deliciosa. Si alguien tiene dudas basta que miréis la cara que puso nuestro Tsunami cuando la probó después de la cena. Deliciosas. Así que espero que os guste esta aportación mallorquina y que pronto seamos muchos que nos animemos con el reto del ingrediente secreto de Ira de febrero.  Que disfrutéis con ella i bon profit.

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Conservas de champiñones, según la receta de la bisabuela de Tsunami

22 Ene

Esta entrada es un poco especial. No por lo difícil o exótico que sea la receta, sino por la persona de la que procede. Cuando Tsunami nació tenía dos bisabuelas y cuatro abuelos. Ahora sólo tiene una bisabuela y tres abuelos. Dos se nos fueron relativamente poco después de nacer el peque.

La persona de la que os hablaré hoy es la madre de la abu Mari. La bisabuela Dolors era una persona de ojos cansados y cara saludable, animada y espontánea. Era una mujer grande,  muy alta para la edad que tenía, a mí me sacaba unos palmos… o eso me parece recordar. Sólo la vi una vez, en una ocasión en que fuimos a Lleida y comimos en casa de los tíos. La abuela vivía con ellos.

Desde que conocí a R. todo el mundo me decía que Lleida era una ciudad con abundante niebla y poco sol. Sin embargo, ese día Lleida estaba radiante, con un sol precioso. Mi pareja y yo visitamos la Seu Vella y paseamos por su claustro, me cautivó. También subimos al campanario. Era un día de Todos los Santos, mucho antes de que naciera Tsunami. La campana empezó a sonar cuando pasábamos por allí. Subir ese día al campanario casi a las doce no es una buena idea, es bonito verlo pero ensordecedor escucharlo sobre todo empiezan a avisar de que sonaran las campanas unos quince minutos antes.  Luego contemplamos toda la ciudad. R. me indicaba los edificios y me iba contando sus historias: “allí se casaron mis padres”, “allí vivían mis abuelos”, “allí vivíamos nosotros”, “allí estudié yo”… Después de conocer toda la ciudad (desde el aire), nos tomamos unos refrescos y unas patatillas con la hermana de R., cerca de la muralla. Se acercaba el mediodía y bajamos en coche hacia la casa de los tíos de mi pareja. Allí conocí a la abuela Dolors.

La reunión fue encantadora, la recuerdo con nostalgia. Me hizo mucha gracia que tuvieran el mismo sofá que en casa pero en otro color. La prima no estaba ese día, había ido a una Comic-con en Barcelona. Los tíos eran encantadores, me lo pasé pipa con la charla de la comida, parecía que los hubiera conocido de toda la vida, son ese tipo de personas que te hacen sentir realmente como en casa. Ese día la tía había hecho un pollo relleno buenísimo, el carnicero se lo había deshuesado y ella lo había rellenado y cocinado. Era la primera vez que rellenaba un pollo y nos contó las batallitas que tuvo con el susodicho cadáver avícola para su relleno y cocción. Cuando había recogido el pollo a la salida del trabajo el carnicero le dijo que le había puesto la cuerda por si no tenía en casa y al principio la tía no sabía para que iba a necesitar la cuerda… después de conseguir rellenarlo lo adivinó y vino la siguiente fase: como se enrolla un pollo en tres improvisados intentos. Las labores culinarias, aunque puede que no muy ortodoxas, tuvieron unos resultados de rechupete.

Ese día ha sido la única vez que he oído a la abu Mari hablar más de una frase seguida en catalán… y tengo que confesar que el lleidatà es muy, muy, muy parecido al mallorquín… sólo que no salan. Eso me sorprendió también mucho. Después de comer nos hicimos unas fotos con la abuela Dolors y ésta nos llevó luego a su cuarto y me enseñó un montón de fotos la mayoría en blanco y negro y sepia. Eran las fotos familiares de cuando ella era joven y su marido era un apuesto mozo aún más alto que ella. También tenía un montón de fotos tanto sueltas como enmarcadas de un gran surtido de nietos, eso sí, esas fotos eran mayoritariamente en colores. Nos enseñó fotos de seres queridos que aún estaban con nosotros y otras de otros que ya no nos acompañaban y se le notaba en la voz cuando esto era así. Ese día descubrí que el hermano de R. era clavadito al marido de la abuela Dolors, y que la hermana de R. era clavadita a Mari de joven. Pese a todas las fotos que me han enseñado ambas abuelas de mi pareja y su madre, sigo sin saber a quién se parece mi churri.  Ese día el tío nos enseñó en el ordenador las fotos de su Harley violeta y de los paseos que se hacía con la tía. Fue una velada muy chula y al final cuando bajamos hacia la casa de los padres de R., nos paramos en Cervera y acabamos el día paseando de noche por una población parada en el tiempo, hace muchos, muchos años, con calles medievales que recuerdan a brujería y a las andanzas juveniles del astuto rey Fernando al que Maquiavelo le dedicaría un libro años más tarde.

Pero ese día en Lleida, además del estupendo pollo relleno que la tía consiguió “domar” la tarde anterior, hubo un plato que me gustó muchísimo. Era un plato muy sencillo, pero no por ello menos delicioso. Ese humilde y suculento plato era una conserva de champiñones. La abuela Dolors había ejercido durante muchos años como cocinera en Barcelona y estoy segura que debía ser una cocinera excelente a juzgar por lo deliciosa que estaba esa conserva.  Tsunami cuando tenía cuatro meses fue con la abu Mari a Lleida una tarde para conocer a su bisabuela, R. y yo no estábamos ese día. Hicieron unas fotos de ella con el peque en brazos, iba con una bata casera y estaba un poco más viejecita que cuando la conocí. También le hicieron una foto al peque sobre la Harley del tío, sin el casco y con la abuela Mari al lado que aunque aventurero, nuestro pequeño tan sólo tenía cuatro meses.

La primera vez que fui a Lleida la bisabuela Dolors me dio la receta de los champiñones que tanto me gustaron. Hace unos años los hice y resultaron deliciosos, pero desde entonces no los había vuelto a hacer. La semana pasada inauguraron un Lidl relativamente cerca de casa y entre otras ofertas puntuales tenían unas bandejas de champiñones con una pintaza y a un precio escandalosamente bajo. Mi pareja trajo unas bandejas y volaron literalmente. Luego fui yo y traje cuatro bandejas para hacer unas cuantas conservas de las de la bisabuela Dolors. Por eso os digo que esta entrada es algo especial, es la única receta que tengo de la bisabuela de Tsunami, una mujer muy alta, que le tocó vivir una época difícil y tuvo que dejar a sus hijos con unos tíos para ir a trabajar a la gran capital. Una mujer que años más tarde sería la que cuidaría a sus nietos cuando sus hijos en verano los enviaban a estar unos meses con los abuelos de Lleida. Una mujer muy especial además de excelente cocinera, la madre de Mari, la abuela de R. y la bisabuela de Tsunami. Va por ti abuela Dolors, con cariño de una “nieta” a la que sólo conociste un día.

Ingredientes:

Champiñones frescos y hermosos.

Perejil, también fresco y hermoso.

Ajo.

Sal.

Aceite virgen de oliva (vale la pena que sea virgen de oliva, os lo aseguro)

Vinagre.

Preparación:  

Es muy sencillo. Se limpian los champiñones y se les da un hervor para que se ablanden un poco. Se escurren bien y luego se cortan.

Se van colocando en un bote (los esterilice antes hirviéndolos) primero una capa de champiñones, un poco de sal,  luego perejil picado pequeñito y ajo también picado pequeñito. Después otra capa de champiñones, un poco de sal, más perejil y más ajo. Al final se pone una de perejil y ajo. Luego rellenaremos el bote con vinagre y aceite más o menos a partes iguales, un chorro de cada.

Después sólo tienes que tenerlas guardadas un tiempo suficiente para que maceren y estén en su punto.  Eso si no acabáis abriéndolas antes, pero os aconsejo esperar al menos unas semanas. Pero la pregunta es ¿Cómo se sirven? Pues como aperitivo, para acompañar a un pan con aceite y tomate y embutidos o bien para acompañar un plato de carne.  Espero que os guste la receta de hoy y como dirían también en Lleida, bon profit.

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El domingo pasado Terremoto cumplió 15 años, os cuento como fue y como hicimos una tarta de frutas.

16 Ene

Pues sí, hace quince años que esta que os escribe se estrenó como madre primeriza y muy muy muy novata.  Ahora soy una madre algo más experimentada y  con dos niños en mi currículum. Lo cierto es que llegar hasta aquí no ha sido fácil ni mucho menos. Uno piensa en ocasiones que lo peor ha pasado y nasti de plasti, ahora empezamos a entrar en la adolescencia y eso es mucho peor que la infancia.

La adolescencia. Ese periodo en el que las hormonas campan libremente a ritmo de heavy metal y juegan a lanzarse de forma desbocadas por las montañas rusas que conforman el   torrente sanguíneo de unos metamórficos post-infantes/pre-adultos, casi nada. Así que con un cierto efluvio hormonal que empieza a despuntar en su cuerpo, una incipiente cosecha de pelo también en su cuerpo y unos cuantos pelitos que anticipan lo que en su día será, o no, un posible bigote pero que de momento es un pequeño pegote de vello mal contado, este sólo sobre los labios y debajo de la nariz, of course. Nuestro Terremoto ha cumplido 15 años con un espíritu de “yo me siento muy mayor”, “quiero hacer lo que me dé la gana”, “quiero irme a vivir solo” o bien “quiero irme de viaje solo”, “quiero ir a estudiar fuera y sólo” y el peor de todos ”cuando pueda me voy a ir a vivir a la península y no estar en esta asquerosa isla”. Confieso que esto último me duele, no porque desee ir a la península, sino por el hecho de considerar esta isla como asquerosa o equipararla a una prisión, sobre todo porque yo la adoro.  Pero en fin, uffff, no se lo tendremos en cuenta. Supongo que debe ser una etapa más de la vida y ya veremos lo que nos depara. De momento estamos empezando a pensar en sacar enormes garrafas para llenarlas de muchos ommmsssss porque esto pinta maneras. En fin, que a mi edad me he vuelto a convertir en madre primeriza y pardilla en estos menesteres de la evolución de los niños.

Bueno, como os decía, nuestro niño ya no es tan niño y ya ha cumplido 15 años. La celebración de esta familia ha sido sencilla. Por una parte porque ya se siente mayor y pasa algo más de la fiesta. Por otro porque así como está la casa que nos ha condicionado tanto estas fiestas, pues también nos ha condicionado el cumpleaños. Este año no hemos hecho pues fiesta, este año y por expreso deseo de su homenajeado hemos tenido un picnic cumpleañero. Sí, recordáis la comida de Navidad, pues igual pero en versión cumpleaños.  El menú, lo eligió él mismo tras una negociación con mamá para poder tener platos que conjugaran hábilmente los deseos de un niño, el espíritu de una fiesta y el tener que comer en el suelo en plan campestre.  Agasajamos a los comensales con un surtido de patatillas, mini hamburguesitas y croquetas de diversos sabores. Nada demasiado complicado, aunque sí que me pasé un buen rato friendo croquetas y limpiando la sala.

Tsunami se había ido con su padre a una fiesta infantil que había ese día por las fiestas patronales de nuestra ciudad que tendrán lugar dentro de unos días. Llegaron un poco malhumorados porque Tsunami no había querido salir de un castillo hinchable y se había peleado con un niño. Vamos, un ataque de yo soy muy mayor y me quiero autoafirmar. Al final su padre tuvo que cogerlo y llevarlo a casa. El pequeñajo  entró por la puerta con un cabreo y el padre un poco mosca con él. Buenoooo, gestionamos rabieta, explicamos las cosas y le pusimos una penitencia por no haber atendido a lo que le decía su padre, al día siguiente no tendría juguete de maquinita.

Al cabo de un rato, cuando estaba llevando los platos a la sala, llegó Terremoto. Venía enfadadísimo con su padre y lo cierto es que el padre también lo estaba con él. Se habían cabreado uno con el otro porque el mayor quería venir antes de la hora que les había dicho y el padre no le había dejado. Así que tocó otra vez gestionar una “rabieta” más gorda que la anterior, que esa no era nada. Calmar a ambos y conseguir que lo entendieran e hicieran las paces… estaba empezando a pensar que ese no era el mejor día para celebrar un cumpleaños o bien que eso de los quince años de experiencia iban a resultar muyyyyyy duros.

En fin, que al fin los ánimos se calmaron, comimos y por la tarde pusimos por expreso deseo de Terremoto la peli de Rango. Así que al final el día no acabó tan mal como creía. Esta semana pero Terremoto está teniendo un comportamiento que cualquiera diría que alguien le mete cada día una intravenosa a base de Red Bulls. En el cole están preocupados y en casa no somos menos. Al final he hablado con su neuropediatra por si pudiera deberse a problemas con la medicación, hemos efectuado un cambio en una toma que la hemos trasladado a la mañana en lugar de la noche, ya veremos si se nota el cambio. Aunque la doctora cree que el comportamiento de estos días es más debido a su entrada en la adolescencia que a las medicinas. Ayyyyyysssss, no nos queda nada y yo no estoy mentalizada y sigo sin tener manual. Bueno, supongo que a partir de hoy es posible que en ocasiones os cuente una nueva faceta de las aventurillas familiares. Pero antes de acabar os quiero dejar una recetita que se hizo ese día tan especial.

Para su cumpleaños Terremoto me había pedido una tarta de fruta y quería que yo la cocinase. Tengo que decir que nunca he hecho una tarta de fruta de esas que no fueran tipo hojaldre, así que no tenía mucha idea de cómo hacerla. Al final decidí que improvisaríamos y ya veríamos que salía. El resultado ha sido bastante bueno, tenía mogollón de fruta que es lo que quería mi niño. Pero un consejo, si la hacéis hacedla el día anterior y dejad reposar, porque reconozco que los trozos que quedaron para el día siguiente habían mejorado muchísimo y la diferencia se notaba un montón. Lo cual es una ventaja, porque así es un trabajo menos que tienes para el día de la fiesta y lo tienes adelantado. Bueno sin más preámbulos os presento este invento de tarta de fruta.

Ingredientes:

Para la masa:

250 gr. de harina de fuerza

150 gr. de azúcar

125 ml. de leche

125 ml. de aceite

2 huevos batidos (sin sal ni azúcar, sólo batidos)

1 sobre de levadura tipo Royal

2 ó 3 manzanas, dependiendo del tamaño, peladas y cortadas a cuadritos.

1 botecito de trocitos de fruta escarchada que encontré en el Lidl

Las frutas:

La fruta se pone fresca, no se cocina, así que se puede usar la que más guste en cada casa. En nuestro  caso usamos

1 plátano

1 kiwi

Fresas

1 botecito de cerezas confitadas

Para rematar la jugada:

Un poco de nocilla (pero no me salió muy bien)

Mermelada casera de melocotón

1 sobre de un brillo para tartas que encontré también en el Lidl.

Preparación:

Para la masa se cogen todos los ingredientes, menos la levadura y la manzana,  y se mezclan en un bol. Cuando lo hemos mezclado añadiremos la manzana pelada y cortada en cuadraditos pequeños. Con la cocción de la tarta se “fundirá” y se unirá en un todo con la tarta, lo que nos dará un bizcocho más jugoso no tan seco. También en este punto es cuando puse todo el botecito de fruta escarchada cortada a cuadraditos muy pequeños. Cuando el horno esté a punto entonces añadiremos la levadura, mezclaremos bien. Pondremos en el molde y al horno.

En mi caso uso un molde de los de Lekue y no es necesario poner mantequilla en los bordes para que no se pegue. Lo cierto es que fue una muy buena compra ya que son super prácticos, un día os comentaré los que tengo y su resultado. Pero como cada uno conoce el molde que tiene en casa y sabe si tiene que poner algo para que no se pegue, así que en esto mejor actuad como soléis hacer. También aplicad la misma política para el horno. Nosotros pusimos calor arriba y abajo y estuvo a 190º un poco más de media hora, pero como os digo cada uno conoce su horno. Cuando el punzón o el palillo salen limpio después de clavarlo es cuando está a punto para sacarla.

Una vez enfriado el bizcocho lo que hicimos fue cortarlo por la mitad, cuidado al moverlo, yo me ayudé de una paleta de cocina y del cuchillo de pan grandote. Entonces es el momento de untar con una espátula de cocina o con una cuchara el interior de la tarta con la mermelada. En nuestro caso era casera y elegí la de melocotón porque ya  poníamos fresas para decorar y además la de melocotón tiene un sabor muy suave y no interfiere con los demás gustos de las frutas. Aunque realmente podéis usar el sabor que más os guste.

Mi idea entonces era hacer una especie de garnaché con la nocilla para que la fruta se pegara mejor, pero no me dio los resultados esperados, así que sólo puse un poco de nocilla por los bordes para que las frutas de allí se agarraran mejor. Confieso que este punto tengo que mejorarlo, así que si alguien tiene una sugerencia será bien recibida.

La parte superior de la tarta no tenía nada encima. Pelé y corté a rodajas la fruta y fui repartiéndola. Añadí unas cuantas cerezas confitadas y con las fresas también hicimos un poco de decoración.

Para rematarlo hice el brillo de tartas del lidl tal y como indicaban las instrucciones, eso sí, en el agua le añadí unas gotas de limón. Una vez hecho tienes que ir colocándolo relativamente rápido porque al enfriarse se solidifica. En un momento tuve que ponerlo unos segundos al fuego porque me lo había tomado con calma y me sorprendió solidificándose antes de que acabara.

Cuando el brillo estuvo frio, que fue en unos momentos, la pusimos en la nevera. Como os he dicho, reconozco que si se hace el día antes y ha estado toda la noche en la nevera, el bizcocho absorbe parte de los juguitos de la fruta y del brillo de la tarta (que es algo parecido a una especie de gelatina) y es muchísimo más jugosilla y deliciosa.

Así que aquí os presento la tarta de nuestro Terremoto adolescente y el estreno de una futura vida de madre primeriza en los menesteres de la evolución. Feliz cumpleaños Terremoto, bye bye tranquilidad.

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Los enfados de Terremoto vistos por él mismo. El story board de un conflicto.

10 Ene

Modestia aparte, considero que el post de hoy puede ser interesante, al menos nos dará mucho que pensar a los padres.

Algunas veces os he dicho que mi hijo mayor fue un poco torpe a la hora de empezar a dibujar, pero que cuando le pilló el tranquillo nos ha dejado a todos sorprendidos por su imaginación, creatividad y proliferación de dibujos. La mayoría de ellos son a lápiz y sin colorear, un día os enseñaré más dibujos, pero hoy quiero compartir con vosotros algo que considero mucho mejor.

Es cierto que cuando en nuestras casas se genera un conflicto por algún motivo, no siempre se puede sortear buenamente. En algunas ocasiones la dificultad de su comprensión, una presión atmosférica demasiado alta, un cambio lunar o simplemente el tener un mal día hace que muchas veces el diálogo no pueda desarrollarse como debiera y acaba estallando la crisis. Nosotros como parte implicada tenemos conciencia de lo que ha pasado y lo vemos así como nosotros creemos que es. Es cierto como se decía en «El Principito» que los adultos no siempre recuerdan cuando fueron niños y en ocasiones nos puede sorprender descubrir luego lo que han vivido los niños y como lo han visto ellos.

Hoy no os voy hacer leer mucho, simplemente os explicaré estos dibujos y espero que seáis vosotros mismos quienes saquéis las conclusiones. Se que estos dibujos son la visión particular de mi hijo, pero pese a los problemas que él tiene, creo que no debe ser una visión demasiado distante de la que puedan tener muchos de nuestros hijos.

El primer dibujo es de hace unos dos años y medio, quizás tres. Si no recuerdo mal en esa ocasión Terremoto hizo algo que no estaba bien y yo le reñí para que no volviera a hacerlo. Creo que el problema vino por que no quería comer algo y quería tirar la comida a la basura y yo se lo impedí, luego la cosa se nos fue yendo de las manos a lo bestia, él no quería aceptar que estaba haciendo algo mal y decidió que quería fugarse de casa, así que al final ese día, el enfrentamiento y  la regañina fueron sonados. Finalmente, conseguimos que Terremoto se fuese a su cuarto. Ese día y el siguiente fueron muy tensos, porque después de una crisis de ese calibre te deja muy tocada y no estás precisamente ni alegre ni para muchas juergas. Por la tarde, Terremoto me trajo este dibujo. En él hay dos escenas, la del pobre Terremoto que estaba esperando que a mí se me pasara el enfado y recibiera el perdón y aprobación de su madre (o sea yo) y el siguiente en el que yo le denegaba ese perdón y seguía insistiéndole en que había hecho algo mal. Lejos de tomármelo a mal, me impresionó como me veía él y pensé que tal vez me había pasado con la regañina. Así que me pegué el dibujo en la parte interior de la puerta del armario de mi habitación para recordarme como me veía mi hijo cuando yo seguía enfadada con él y no estaba para nada.

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El siguiente grupo de dibujos tiene apenas un mes, fue de principios de diciembre. En ellos se representa la siguiente escena:

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Terremoto estaba esos días en casa de su padre, y mi ex es de los que ronca cuando duerme, puedo asegurarlo y mucho. Así que el pobre Terremoto se pasaba las noches en vela sin poder dormir mientras su padre lo hacía a pierna suelta.

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Una mañana después de haberse despertado, Terremoto le dijo a su padre que esa mañana no había piscina en el cole y no tenían que coger la mochila de natación. Parece ser que la profesora se había olvidado de comentar eso en la agenda, así que su padre le insistió en que tenía que cogerla y por lo visto uno se puso cabezota y el otro más y tuvimos el conflicto montado.

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Después de la regañina de su padre y de insistir con lo de la mochila, Terremoto estalló y la tuvieron montada de verdad. Acabó diciéndole que quería marcharse de casa y que no quería tener ni padre ni madre, todo un escándalo.

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El resultado es que el padre lo metió sin contemplaciones en el coche y se lo llevó al cole.

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Cuando llegaron al cole su padre en actitud nada condescendiente le empujó para que entrara y lo dejó allí mientras él se iba al trabajo.

Parece ser que Terremoto se enfadó mucho y estalló poco después de su llegada al centro. Terremoto llega antes de que empiecen las clases debido a nuestro horario de trabajo, pero por suerte ese día la profesora llegó antes y cuando vio como estaba lo recogió y se lo subió a la aula antes de que empezaran las clases. El chico llegó furioso al aula y la profesora que es un encanto y lo tiene pillado, le sacó unos folios y le pidió que le dibujara lo que había ocurrido para que luego se lo explicara. La sorpresa fue que Terremoto en su enfado y sin quererlo le montó un auténtico story board de la rabieta. Cuando acabó los dibujos ya estaba más calmado, habló con la profesora y el resto del día estuvo bien.

Ciertamente ese día no había piscina por un tratamiento que se le daba. La profesora anotó en la agenda lo ocurrido y explicó que la culpa había sido de ella, que había una nota en el tablón de abajo pero que debería haberlo anotado también en la agenda. Cuando a finales de diciembre tuvimos la habitual reunión trimestral con la maestra, esta nos enseñó estos dibujos. Nos dijo que le encantaban y nos pidió permiso para quedarse una copia. La neuropediatra cuando los ha visto nos ha pedido lo mismo y mi amiga médico también.

El papá se quedó perplejo cuando se vio dibujado, algo parecido a lo que me ocurrió a mí con el primer dibujo del post. Reconoció que se había puesto fuerte, pero yo lo entiendo. En ocasiones tienes que adoptar esa actitud con Terremoto porque si te pones a discutir e intentar razonar con él cuando está cerrado con algo es un trabajo inútil y entonces lo que te recomiendan y mejor va es atajar cuanto antes la discusión para que esta no se alargue y se convierta en un bucle. Es cierto que ese día el papá no gestionó del todo bien el asunto, ya que en lugar de insistir tanto en que no había piscina, hubiera sido mejor decirle que posiblemente no había, pero que como la profesora no le había puesto la nota, llevarían la mochila sólo por si acaso y si efectivamente no había la dejarían en el maletero y lo mejor hubiera sido que la hubiera bajado su padre en lugar de hacérsela coger a él. Pero bueno, no ocurrió así y tenemos que aceptar lo ocurrido, una lección para la próxima vez.

Espero que los dibujos de Terremoto os hayan gustado, que hayan reavivado ese espíritu de niño incomprendido que hace años tuvimos todos nosotros en alguna ocasión y que os ayude a comprender en ocasiones como nos pueden llegar a ver nuestros hijos cuando las situaciones se descontrolan, no sólo es nuestro punto de vista. Hay que actuar, pero también luego hay que saber guiar y acompañar.

Mucha paciencia papás y mamás. No nos queda nada, aún hay mucho que aprender por parte de todos. Nos lo recuerda, un niño.

Un premio de Pluja de nous para celebrar este día de Reyes.

6 Ene

Bueno, el premio me lo concedió hace unos días… más bien semanas, pero hasta ahora no había podido recogerlo y hacer la penitencia en condiciones. Así que aprovechando que los Reyes Majos sólo me han traído un cómic de Asterix y un libro, voy a publicar hoy este premio para el blog, que el pobrecito también se merece alguna cosita.

Este premio me lo ha enviado Anna, una mami también de Mallorca, la cual no conozco… de momento. He visto su blog y es una mamá maja que le gustan sus peques y le encantan los trabajitos feber. Las manualidades y las labores con tela y aguja son una de sus debilidades. Os ánimo para que entréis y le deis un vistacito, publica poco pero tiene algunas manualidades muy majas. Prepararos, porque hay muchas preguntas y esto es muuuuuyyyyy largo. Allí va el pedazo penitencia que no es moco de pavo ni haba de roscón.

1.- ¿Por qué decidiste hacer un blog?

Bueno, eso es algo que realmente cuento en mis primeras entradas, pero os contaré la versión extendida del asunto. Llevaba ya unos cuantos años leyendo el mundo de la blogoesfera. Al principio me miraba más blogs de cocina, ya que Terremoto me lanzaba cada reto culinario que tenía que espabilarme como buenamente pude. Luego cuando compramos el piso donde ahora vivimos me metí en los blogs de decoración y me lo pasé muy bien viendo soluciones para la vida moderna y el espacio doméstico. Un día mirando un blog me encontré con otro referenciado en un lado y la foto que acompañaba esa entrada. Era el blog de “como no ser una drama mamá” y la ilustración era un bebé y su osito Tedy fijados en una pared con cinta de embalar. Me quedé alucinada con la imagen y pensé quien era la desalmada que ponía eso, así que entré para ver qué demonios era eso. Me sorprendió encontrándome un blog muy divertido de una chica que contaba las batallitas que había tenido con su madre cuando ella era niña. En su lateral tenía también referencias de otros blogs de maternidad, mira por donde, y así fue como entre en la blogoesfera materna. Dentro de estos blogs descubrí uno que me gustó muchísimo, nuestra querida Inma de “para mi peque con amor”, pronto tendrá que cambiar el título porque hace apenas unos días la familia ha aumentado con la llegada de una salerosa mocica y Acher se ha convertido en hermanito mayor. Pues bien, nuevamente me miré los blogs que referenciaba y me encontré con unos cuantos que me gustaron, el de Cintia de “tres trilli tigres”, el de Maribel de “B aprende en casa”, el de Mismellis de “Mis ovomellizos” y el de Raquel de “Una Terapeuta Temprana”  y lo cierto es que me engancharon muchísimo y les comentaba muchas cosas.

Un día uno de esos comentarios que le hice a Cintia me lo publicó como entrada, jajaja, así que mi “primera entrada” no ha sido en este blog. En respuesta a ese “comentario-entrada” que me publicó Cintia me respondieron algunas sugiriéndome que debería abrir mi propio blog. Estuve meditando sobre ello unas semanas y me apetecía bastante, así que le lancé la pregunta a mi pareja y el pobre dijo que sí. Desde entonces lo tengo como secretario particular publicándome las cosas y poniendo las fotos en las entradas, porque yo de disparar la cámara y escribir se lo suyo, pero de informática soy más bien una desgracia. Y así es más o menos como decidí hacer un blog.

La versión reducida sería que me montaron una encerrona y me lo pidieron con cara de personajillo bueno de peli de Disney y caidita de ojos incluida.

2.- ¿Costó encontrar el nombre?

Pues un poco, estuve barajando varias opciones. La primera que me vino a la mente fue “la cuarta vía” porque siempre digo que hay tres formas de hacer las cosas, la sencilla, la normal y  la complicada- Luego está la cuarta vía que es la que al final acabo haciendo.  Entré en internet para ver si ese nombre existía. Me encontré con que era una filosofía política económica O-O ¿Qué queréis que os diga? Me busqué otro nombre enseguida.

Luego se me ocurrió poner “entre la arena y el mar” y me encontré que eso era una canción de un cantante chileno, un tal Jorge Pedreros,  pero con pinta de germano… tampoco me sedujo la idea… si al menos hubiera sido fan… pero así de pronto, pues no.

Al final me decidí por “de azul a verde” después de haber comprobado que no era ninguna teoría político-económica ni la canción de nadie, ni la novela inconclusa, ni el título de la próxima fotonovela que pondrán por la tele. Así que a la tercera fue la vencida.

3.- ¿Lo actualizas a menudo, cuanto tiempo le dedicas?

Pues depende del tiempo que tenga y de la inspiración del momento, pero en general intento hacer si puedo una o dos entradas a la semana al menos. En algunas ocasiones he estado una semana a publicar, pero intento no pasar más allá de este límite.

Por lo que refiere al tiempo, pues depende. Hay posts más chungos de elaborar y que me han supuesto un gran esfuerzo y varios días de trabajo como los que hice cuando os conté todo lo de la Marea Verde en Mallorca. Otros me han costado ponerme con ello porque al contar algunas cosas de mi hijo mayor la que sufría era mi alma, son unos pots escritos desde lo más profundo del corazón. Aunque en general me pongo delante del ordenador y el post me sale solo, no suelo pararme mucho y luego una lectura para depurar sintaxis y fallos del corrector automático, que alguno te cuela.

4.- ¿Qué esperas del blog?

Pues no lo sé… no me había parado a pensarlo. Me gusta y ya está. Es cierto que también me gustaría que la gente entendiera el problema que tiene mi hijo y que en un futuro estos niños puedan tener un futuro mejor, pero tampoco es su objetivo. También lo escribo para que la abuela de Tsunami pueda ver cómo crece y evoluciona el pequeñajo, ya que se ha ido a vivir tan lejos y se está perdiendo tantas cosas que al menos esté enterada de ellas.

5.- ¿Te ha pasado alguna anécdota con el blog?

Hmmm… creo que no, pero si me escribes un email puede que la protagonicemos, porque cuando entré en tu blog me parece que debemos vivir relativamente cerca una de otra, jajaja.

6.- ¿A qué dedicas tu tiempo libre?

Básicamente a mi familia, limpiar la casa, comprar, cocinar, tareas varias del hogar. Los fines de semana pues a excursiones u otras cositas en familia. También tenemos nuestra facete frikie con nuestras reuniones con el grupo de la Sociedad Tolkien. El resto es personal, privado y muy placentero, así que no os lo cuento.

7.- ¿Si preguntas a alguien que te conoce, que virtud me diría que tengo?

Se lo acabo de preguntar a mi pareja y o bien se ha vuelto sordo o bien esto pinta mal, porque el silencio sepulcral de la sala sólo está roto por el teclado de estas líneas y el ruido del reloj de péndulo de la vecina de abajo que acaba de dar las nueve.

Le vuelvo a preguntar y él me dice que es lo que yo creo no lo que piensan los demás. Le insisto y me dice que sí que tengo muchas pero no sabe cuál decir porque eso es siempre comprometido.

Le digo que eso no es comprometido, lo comprometido será la siguiente que son los defectos.

Me comenta que el título del primer capítulo que acaba de empezar es curioso y seguidamente se ha metido (oh! Milagro!!!!) en la cocina ofreciéndose voluntario para hacerme esta noche  la cena.

…hmmmm…. Así que acabo de descubrir una virtud con superpoderes y es la de conseguir que el churri me haga una cena de gorra y encima me publicará esto, yujuuuuuu… estoy en racha.

8.- ¿Y qué defecto?

Tengo que reconocer que la vida no me lo ha puesto nada fácil. Consecuencia de ello es que mi sistema nervioso no es tan sosegado y tranquilo como antes. Así que en ocasiones me pongo nerviosa sin poder evitarlo y acabo contagiando esos nervios y os aseguro que eso no es chulo ni me gusta, pero no siempre puedo evitarlo. Lo reconozco, en ocasiones soy un poco nerviosa.

9.- ¿Qué te hace reír?

Lo cierto es que antes reía mucho más que ahora, debo estar volviéndome vieja. Normalmente me hacen reír cosas pequeñas. Me encanta la ironía, soy irónica y puedo serlo porque de la primera persona de la que me rio muchas veces es de mi misma.

10.- ¿Y llorar?

A veces soy de lágrima fácil, pero sinceramente, quien me ha hecho derramar más lágrimas ha sido Terremoto, sobre todo cuando tiene un cruce de cables o una crisis. Esas son las lágrimas que duelen pero que son necesarias para que las heridas cicatricen.

11.- ¿Un consejo para alguien que empiece?

Para hacer un blog te tiene que gustar, te lo tienes que pasar bien. Así que además de divertirte tienes que cuidarlo un poquito. No lo uses para hacer el gilipollas, esmérate en mimarlo un poco y poco a poco el blog te irá respondiendo con esas compensaciones que nunca creíste que encontrarías escribiendo esas cosas en público. Si no disfrutas con ello, mejor déjalo para otro momento.

Aunque no tengo muy claro si soy la mejor persona para dar consejos. Reconozco que cada día pasan entre cincuenta y cien personas a ver este blog, pero lo que les cuesta comentar, ufff…. Es deprimente. Así que aprovecho para animaros a que al menos digáis hola, sería divertido encontrarme un día con cincuenta holas, jajaja.

Ahora viene lo jodido, nominar a 11 blogs…. Pues como que no conozco a tantos, glups. Así que como he hecho en otras ocasiones, lo dejo en modo abierto y todos los que cumplan con los requisitos, que son tener menos de 100 seguidores, agradecer el premio y contestar a toda una interminable lista de preguntas, será nominado y concedido. Así que señoras y señores concursantes, por 25 ptas contesten a estas preguntas, Un, Dos, Tres, responda otra vez.

1.- ¿Por qué decidiste hacer un blog?

2.- ¿Costó encontrar el nombre?

3.- ¿Lo actualizar a menudo, cuanto tiempo le dedicas?

4.- ¿Qué esperas del blog?

5.- ¿Te ha pasado alguna anécdota con el blog?

6.- ¿A qué dedicas tu tiempo libre?

7.- ¿Si preguntas a alguien que te conoce, que virtud me diría que tengo?

8.- ¿Y qué defecto?

9.- ¿Qué te hace reír?

10.- ¿Y llorar?

11.- ¿Un consejo para alguien que empiece?

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Los dibujos de los niños y la apreciación de su ser.

4 Ene

Yo no soy psicóloga, ni experta en interpretación de dibujos, ni pretendo serlo. Tan sólo quiero dejaros hoy una reflexión de dos situaciones bien diferentes que ocurrieron en nuestra familia.

Supongo que la mayoría de vosotros conoce los problemas y limitaciones que tiene Terremoto. Basta con mirar cualquier post que lleve el tema de autismo, aunque lo de Terremoto no es propiamente un autismo puro y duro.

Cuando Terremoto era pequeño iba a un cole normal, no a un colegio especial. En este colegio cuando pasaron de cinco años a educación primaria hicieron una pequeña fiestecita para los niños. Cada año el colegio te hacía unas fotos del infante en cuestión, porque necesitaban tres o cuatro fotos tipo carnet para el papeleo. De esta forma te hacían comprar como todo un lote de foto grande, medianas, pequeñas y alguna cosita complementaria. Lo cierto es que esto ya lo hacían cuando yo era pequeña y en ese momento me cargaba que te medio obligaran a ello pero hoy en día me gusta ver esas pocas fotos mías tamaño grande. Así que normalmente las he adquirido. Pero me estoy desviando del tema, perdonadme. Para celebrar ese paso de niños pequeñajos a niños de primaria en el final de curso se hizo un especial con los papis, se les reunió en el teatro del cole y se proyectaron fotos de esos años de guardería. Al final los niños todos ellos bien uniformados acudían al escenario con una banda y un birrete de papel parís y se les entregaba un diploma de graduación. Uno de los pequeños leyó un texto de todo lo que había sido para ellos esos años de cole. Os diré que ese niño era precisamente el pequeño que su madre me recomendó las psicólogas, nuestras ángeles de la guarda particulares, que tantos progresos conseguirían en los siguientes años con Terremoto. Ese niño tenía el mismo diagnostico que mi hijo, sin embargo Terremoto tiene problemas para la lectura y la comunicación y ninguno a  nivel psicomotricidad fina o gruesa. Ese niño era un fenómeno con las letras y la lectura, fue el primero de toda la clase que aprendió a leer, de hecho leía como un adulto, mucho mejor que un adulto, con las pausas donde se debía y una oratoria y entonación envidiable para muchos adultos de hoy en día y lo mejor de todo es que entendía perfectamente el significado de lo leído. Sin embargo, ironías de la vida, se sentía completamente inseguro a la hora de bajar unas escaleras y era muy torpe con todo lo que tuviera relación con la psicomotricidad. Para que veáis lo diferentes que pueden ser los casos de estos diagnósticos.

Al llegar a casa desenrollamos el diploma y resultó ser un dibujo de la clase. La profesora había escaneado las caritas de las fotos de todos los niños y una suya. Las había colocado en un papel de forma que debajo de cada cabecita quedara un espacio en blanco. Después había impreso ese papel y había ido cogiendo a los pequeños de uno en uno. Cada uno había dibujado su cuerpo debajo de su cabeza.  Luego la profesora había escrito con letras bonitas el nombre de cada niño y había vuelto a imprimir esa hoja con unas letras tipo orla estudiantil con la fecha. Ese era el diploma envuelto en un lazo de cinta azul oscuro que entregaron a los nenes. Durante mucho tiempo esa “orla-diploma” estuvo en el cuarto de Terremoto y un buen día quiso tirarla y conseguí rescatarlo y lo tengo guardado desde entonces.

Esos dibujos en particular me entristecían bastante. La mayoría de los niños y niñas que salían en ese diploma tenían cuerpos con ropa de colores, pantalones deportivos o faldas largas como de princesas. Algunos muy exagerados y otros más modositos. Todos muy vistosos, menos el dibujo de Terremoto. Mi niño con cinco años se había dibujado a él con unas simples líneas, sin rellenar colores. En resumen era una rayita debajo de la cabeza. Debajo de esta un triángulo alargado que conformaba el cuerpo. Del cuerpo salían dos líneas con unos palitos en sus extremos a modo de brazos  y dedos. Debajo del triángulo otros palitos que acababan en forma torcida algo así como los pies. Entre lo simple del dibujo y que Terremoto no le había hecho ninguna gracia lo de la foto y había salido con una mueca de evidente desagrado no es que resultara un dibujo muy alentador, pero era el dibujo de mi nene y allí estaba junto a los dibujitos más elaborados, maravillosos y encantadores de todos sus compañeros y compañeras de clase.  El dibujo se pegó con unas bolitas de masilla para papeles en una de las puertas de su armario.

Unos meses después vino su madrina, mi amiga la doctora, a pasar unas semanas con sus padres y se llegó a casa. Terremoto le enseñó su diploma y a mi amiga le encantó la idea y le hizo una foto para enseñárselo a unas amigas suyas de Barcelona. A mí me gustaba el detalle pero me hacía recordar de una forma muy evidente la diferencia que existía entre la evolución de mi hijo y la del resto de niños. Le comenté un poco entristecida los sentimientos que me provocaban ese papel y recuerdo que ella me dijo que tampoco estaba tan mal. Fue entonces cuando me hizo una lectura del diploma de una forma muy distinta a la que yo me había hecho.

Te has limitado a ver sólo las partes negativas y no aprecias las partes positivas que tiene el dibujo, dijo. A mí me costaba verle partes positivas, así que esperé a que me las explicara.

Es cierto que los trazos son muy sencillos y esquemáticos, que no hay mucho color y que el trazo es más inseguro y primitivo que el resto de dibujos. Sin embargo Terremoto tiene una concepción de su propio cuerpo mucho más completa que muchos otros compañeros de clase.

Esa afirmación me dejó patidifusa, que mi niño tuviera alguna concepción más completa que otros niños era algo que no estaba acostumbrada a oír.

Mira, me comentó, es cierto que algunos niños han dibujado su cuerpo con brazos y con vestidos, pero no todos lo han hecho de forma proporcionada. Algunos tienen unas piernas enormes y unos cuerpos diminutos o al revés. Terremoto aunque de forma esquemática, ha mantenido las proporciones en cada parte de su cuerpo. Son simples, pero son reales. La percepción que tiene de sí mismo es real y no está deformada. Fíjate que algunos niños dibujan las manos como unas bolas, sin dedos. Terremoto aunque esquemáticamente ha hecho estas rayitas al final del brazo que son los dedos. De la misma forma algunos niños no dibujan los pies después de los pantalones, el pantalón es el final del cuerpo. Terremoto con esta curva diferencia que allí abajo hay otra cosa y esa cosa es algo diferente a las piernas. También ha dibujado algo muy interesante aunque pueda parecer una tontería. Se ha puesto cuello. Algunos niños tienen el vestido o la camiseta pegada justo debajo de las cabezas.

Después de haberme señalado todas esas diferencias, recuerdo que me señaló el dibujo de otro niño que también se creía que probablemente debía tener algún tipo de problema pero que sus padres no habían llevado al médico ni se le había diagnosticado nada. Sin embargo el dibujo de ese niño también me había “atormentado” hasta que mi amiga me hizo caer en ciertos detalles que ahora que lo pienso eran muy destacables. Este niño había dibujado justo debajo de la cabeza unos enormes brazos, gruesos y moldeados. Las manos eran redondeles y debajo de los brazos ya iban las piernas, que también eran como tubitos. Supongo que el hecho de que su dibujo no se limitara a simples rayas rectas y que estuvieran rellanados de vistosos colores me limitó el ver las cualidades del dibujo de mi peque. Mi amiga me hizo notar que además de no haber dibujado los pies, tenía las manos sin dedos y que al dibujo le faltaba una parte muy importante, el cuerpo. El dibujo de ese niño tenía una total ausencia de representación de nada que pudiera insinuar ni remotamente un cuerpo.

Desde ese día cada vez que veía el dibujo de un niño empecé a fijarme en otro tipo de cosas que normalmente no había reparado. Conseguí prescindir de la diferencia de los colores y observar cosas más importantes pero menos llamativas. Tengo que decir que con el tiempo Terremoto ha ido desarrollando una capacidad de dibujo y de caricatura asombrosos y que sus ilustraciones son impresionantes, con un trazo decidido y una expresión de los sentimientos internos que asombra. Ahora coge una hoja en blanco, empieza a dibujar algo que no identificas al principio, y sin usar para nada la goma empieza a ir dibujando hasta que después de unos trazos aparentemente hecho de forma descuidada, consigue sacar unos rostros y unos cuerpos expresivos y llenos de detalles. Terremoto es super detallista en todos sus dibujos, quien nos lo hubiera dicho.

Han pasado unos nueve años desde esa anécdota del diploma y ahora el pequeño de la casa es Tsunami.  Hace unas semanas cuando volví del trabajo me encontré con un enorme dibujo de nuestro peque. No sé si recordareis que junto al despachito de papá teníamos la parte trasera de una estantería Billy y en esa parte posterior pusimos unas cuantas capas de pintura magnética y pintura de pizarra para que el pequeñín se entretuviera junto a su papi. Pues bien, en ese espacio Tsunami se dedicó a hacer un dibujo. El retratado era su padrino del cole. Os conté que una clase de mayores apadrina a los pequeños cuando entran en el cole y les hacen de padrinos hasta que los mayores dejan los estudios y los ahijados se convierten en los padrinos de los pequeños recién llegados. Pues bien, Tsunami nos regaló con un dibujo de su padrino. Con detalles como las orejas,  las gafas, el ombligo y otros detalles que rodeaban el dibujo principal, como los balones de futbol con los que le gusta jugar a su padrino y algunas otras cositas que hay por los patios y que ha añadido al dibujo.  Este dibujo también es esquemático, mucho menos que el que hizo su hermano hace nueve años, pero precisamente gracias a ese primer dibujo mi pareja y yo hemos podido observar muchos detallitos que nos delatan la concepción que tiene Tsunami del cuerpo, la observación de los detalles y las ganas de seguir con la carrera de dibujante expresivo que ya domina su hermano mayor. Os dejo con el pequeño Tsunami y la inmortalización de su querido padrino,  todo un detalle del cariño y aprecio que sienten en uno por el otro.

decembre 2013 001

Cocina sana con Ernest Subirana

Blog de cocina donde encontraréis recetas y recomendaciones para una vida saludable

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