En casa llevamos unas semanas que los peques casi no nos dejan dormir. Nosotros nos tenemos que ir a dormir tarde porque cuando ellos se ponen en la cama nosotros cenamos, recogemos algunas coses, preparamos lo del día siguiente y normalmente nos quedamos fritos en el sofá hasta que uno se despierta y vamos a la cama. Así que haciendo el tonto, haciendo el tonto nos metemos en la cama a las doce y a las seis y media ya estamos en danza. Además tenemos que añadir que Tsunami, no sé porque hace unos días que cada noche se hace pipí en la cama. Ya nos tienes a la una, dos o tres, despertándonos un papaaaá, papaaaaaá, papaaaá…. pipi. O porque lo dice cuando ya no aguanta más o no se da cuenta antes, o nosotros estamos muy dormidos y no nos enteramos de la primera llamada, cada noche hay que cambiar la cama entera y al niño y por la mañana poner la lavadora y dejar la secadora o la ropa tendida. Así que cuando el sábado por la mañana a Terremoto no se le ocurrió que lo mejor era levantarse a las siete menos cuarto, abrir todas las ventanas de la casa y ponerse a ver la tele, casi nos da algo. Primero porque montó un alboroto que nos despertó a todos. Segundo, porque a las siete ya me tenéis haciendo los desayunos a los nenes. Ayer mi pareja y yo no éramos personas, necesitábamos desesperadamente horas de sueño de donde fuera, un alma caritativa que estuviera dos horitas con los nenes para poder dormir un rato y que se nos pasara el mal humor que llevábamos encima. Pero esa alma caritativa no existe, así que ayer no fue un buen día que digamos.
Terremoto estaba muy contento porque quería prepararme una sorpresa para el domingo día de la madre. Cuando me pidió que era lo que más me gustaría en el mundo, mi respuesta era poder dormir hasta las ocho o las nueve… suspiro por ello. Yo soñando con un día sin niños o una mañana con los niños en sus cuartos tras un campo magnético que no les dejara salir… pero creo que eso no es muy legal y no está muy bien visto. Ayer por la noche le advertí a Terremoto que si se levantaba pronto que se quedara en su cuarto viendo la tele pero que no nos despertará tan pronto.
Ayer nos fuimos a dormir a las once y pico, y esta noche a las cuatro nos ha tocado cambiar de nuevo la cama de Tsunami. El peque dice que tenemos que llegar más superrápido de lo que lo hacemos. Además, cuando se ha puesto en la cama le ha dado por ponerse a cantar, ufff….
El agotamiento nos ha ayudado a dormirnos, hasta que el despertador ha marcado las siete y cuarto. Hora en la cual ha entrado Terremoto a nuestro cuarto para comunicarnos que ya había salido el sol. Aaaaahhhhhh! Le hemos enviado a su cuarto. A las siete y media me he levantado para recordarle que tenía que estar en su cuarto, no paseándose por toda la casa. Total, que al final hemos dormido un poco más, pero los nenes se han compinchado de nuevo y hemos tenido que levantarnos más pronto de lo que deseábamos. Los dos bichitos nos han llevado a la sala y nos hemos encontrado con esta sorpresa. Desayuno para los dos, unos dibujos especiales de ambos para la mamá, una caja para guardar mis cosas de forma artesanal y un centro con tres macetas de bocas de lobo. Ellos no lo saben pero son una de mis flores favoritas.
La verdad es que salvo cuando una ha ido de viaje, o ha estado ingresada por problemas médicos u operaciones, creo que es la primera vez que me preparan un desayuno. Que gustazo comer tranquila, sentadita, con un pequeñajo que presume de sus ricitos sentado encima y chorizando galletitas y otro menos pequeñajo agasajándome con el menú mañanero. Después de esta sorpresa he preparado unas hélices y nos hemos ido a ver una jornada de castellers a Ses Voltes, cerca de la catedral. Hemos ido a pie y ha sido un paseo muy agradable, porque tenemos unos días preciosos de sol que da gusto pasear. Tsunami se lo ha pasado pipa con los castells, pero a Terremoto le da miedo, así que me he sentado con el mayor en unos bancos que hay al lado, mientras yo lo miraba y Terremoto me miraba a mí. Papá Tsunami y el peque se lo pasaban pipa viendo como montaban y desmontaban los castillos. Os pongo un video de como empieza la jornada castellera. Para los que no lo sepáis, normalmente se hace un pilar y van caminando hasta llegar a la plaza donde se hace. Os pongo esta filmación porque esta entrada no se ve a menudo. Ses Voltes es una parte de la muralla que se conserva junto al casco antiguo, pero para llegar a ella no hay una calle normal, no, hay una cuesta muy muy muy empinada. Así que bajarse esa cuesta con un Castell montado aunque fuera un pilar de a uno y a cuatro alturas, es algo que no se ve todos los días.
Después hemos ido a comer a casa y por la tarde a una reunión de smial…uhhh…. ¿Qué que es eso? Pues un agujero hobbit, pero realmente no nos hemos ido a reunir a un agujero, sino a un bar, con un grupo de tolkiendilis (socios de la STE = Sociedad Tolkien Española) hacía muchos años que no íbamos a una reunión. Ahora hay grupo nuevo y pinta mejor. Se comentaron varias actividades y después de la reunión se hizo una lectura de un texto de El Silmarillion y se hizo un taller de canciones. Bueno, realmente el taller fue enseñarnos una canción nueva que no conocía. Evidentemente el que se lo pasó de nuevo mejor fue Tsunami. Desde que aprendió una canción de enanos que iban raudos a liberar Khazad-dûm (Minas de Moria) lo tenemos todo el día cantándola y marchando a ritmo de huestes enaniles.